lunes, 16 de marzo de 2009

Bajando las montañas de Kerala

Ya había hecho todo lo que quería hacer en el parque de Periyard. Pese a todo lo que había visto, el mayor recuerdo será el de dormir escuchando el sonido de la jungla, creo que hay veces que me fío demasiado de la vista, buscando esa foto impresionante que esperamos sacar en cada viaje, creo que pierdo otros aspectos a los que no estoy acostumbrado a prestar atención, de esta parte del viaje mi recuerdo serán los sonidos, así que después de coleccionar este recuerdo sonoro cambio de lugar y me diriji a un lugar llamado Vágamon.

Poco visitado por los turistas, Vágamon es un pueblecillo perdido en las montañas. Y la idea es precisamente esa, estar alejado, alejado de los turistas y hacer algún treking tranqui.
Para esta ocasión he elegido un hotel un poco especial. No se muy bien que esperar al llegar, no tengo mucha información de como será, pronto me doy cuenta de que he acertado. El hotel o “resort” como lo llaman aquí para que suene mas exclusivo, está en lo alto de una montaña con una vista espectacular, hay unas 160 hectáreas(campos de fútbol) con todo tipo de árboles y plantas. Cardamomo, jengibre, café, plantaciones de té y mil otros árboles todos mezclados en un bosque tranquilo. También tienen un jardín de rosas con más de 250 variedades y dos lagos en los que se puede pescar y dar paseos en barca. El ambiente es familiar e indio, al llegar conozco al dueño, al manager, al cocinero y a otros 4 o 5 que siempre están por ahí sin mucho que hacer… Se nota que en todo el lugar no ha habido mano occidental en absoluto, me gusta, pero tiene ese carácter cutre o inacabado por todos los sitios.

Saliendo del parque natural se ven los cauces de ríos enormes que ahora, en temporada seca, están prácticamente vacíos, aún así, siguen teniendo algo de agua, suficiente para hacer la colada.
Cerca de aquí hay algo muy curioso y que hace famoso a Vagamon, hay 3 montañas consecutivas y en cada una de ellas hay un templo en lo alto, cada uno de ellos de una religión distinta, habiendo vivido en armonía durante años.

Antes de empezar a ver los 3 santuarios hacemos una parada en un monasterio de monjes cistercienses(la misma orden que los cartujos). Tienen su huerta, sus vacas y su jardin precioso.


La primera parada es el monte cristiano, Kurisimala, hay un vía crucis para llegar a la cima, las cruces del camino en si no son calificables de bonitas, pero la vista desde lo alto del enorme bloque de caliza que forma la montaña es espectacular.

Desde aquí se ven las dos siguientes montañas, si os fijáis en la mitad izquierda)sin estar arriba del todo) se ve una pequeña construcción rosa, ese es el templo Hindú. La montaña del final es el tercer templo.

El santuario hindú es el más sencillo de todo, me he ido dando cuenta de que a los hidúes les encanta el rosa, tengo que preguntar si significa algo.


Llegamos al pequeño parking del santuario musulmán…. ¿Por donde se irá?
Se ve a los niños venir corriendo animados por la curiosidad, estos son más lanzados y segun corren se escucha a varias voces el “What´s your name??”. Se puede saber la cantidad de turistas que pasan por un sitio si un niño te pregunta por el nombre, un boli o dinero directamente.



Thangalpara es el santuario musulmán, es muy simple, consiste en unos signos y esculturas bajo esta piedra enorme.
Estoy en la región de Idikku donde se encuentra la montaña más alta del sur de india con 2695 metros de altura.


Kera la me regala una puesta de sol, no es ni mucho menos la más bonita del mundo, pero me hizo tener uno de esos momentos mágicos por los que seguramente me gusta viajar. Estaba en lo alto de la montaña de mi hotel mirando al valle que se dirige al oeste, hay un viento que no he sentido desde que estoy en la India, mirando hacia abajoo un precipicio de vértigo y por otro unas plantaciones de te. Las nubes esconden un sol que lanza una luz rojiza en el horizonte, poco a poco la bruma va condensándose en niebla y ocultando las montañas más lejanas, ocultando el rojo también y convirtiendo la puesta de sol en una estampa casi en blanco y negro. Llevaré aquí una hora y el viento para, ya es de nocheRecojo mi libro, mi mochila, mi cámara de fotos y me voy caminando, sin ver nada y alegre.

Puta araña. Tras un buen día, cenas tranquilamente y vuelves tranquilamente a la habitación, un merecido descanso tras un cansado día. Vas a cerrar las cortinas para dormir y, ¡te encuentras esto en la habitación!!!

Antes de emprender viaje, me levanto para ver amanecer en la plantación de té de mi hotel.

Ver las espectaculares plantaciones de té ha hecho inevitable parar a ver cómo se hace el té. Alucinado me he quedado de la cantidad de trabajo que hay tras refinar y refinar las hojas secas. 16 variedades salen de esta fábrica. ¡Ahora cuando me tomo un té me imagino todo el trabajo que esto lleva!

Hay muchísimo trabajo manual, llevando las hojas de un lado a otro. La frabrica MMJ lleva 85 abiertas y algunas de sus máquinas aún son de los tiempos de los inglese.

Saliendo de Vagamon vemos unas obras en la carretera, todo prácticamente trabajo manual, un richsaw modificado hace las labores de camioneta, los obreros, algunas veces con casco, trabajan en chanclas de dedo en vez de botas con protección de punta de acero. Más adelante hay una apisonadora que podríamos poner en un museo.

Kerala fue el primer lugar del mundo donde se eligíó un régimen comunista mediante elecciones.


Cojo un Jeep con destino a la costa, por el camino hay varios sitios que me han llamado la atención en la guía, realmente no están en el camino, pero me da igual, quiero verlos. Todo está entre las montañas de Kerala y su costa de palmeras y arena. Aquí se encuentra una India recóndita y remota, una india con raíces en el pasado, pueblos de tradiciones casi olvidadas e invariables y con lugares sagrados que llevan siglos atrayendo peregruinos durante siglos.

Esta iglesia fue formada por el propio Santo Tomás, mi apóstol favorito. Si veis el cartel fue fundada en el año 52 después de cristo. La estructura no es la original, por supuesto, pero la sola idea de que uno de los discípulas de Jesús llegase a este exacto lugar a construir una iglesia, no parece que pueda ser posible.

Tras cinco remodelaciones esta iglesia no tiene nada que ver con le que inicialmente fue cuando se estableció como la primera iglesia de la India, en la foto feligrés haciendo su oraciones de domingo.
Lamentablemente no me da mucho más tiempo, pero no muy lejos de aquí hay una estatua de buda con 900 años, me hubiese gustado verla.



Anjuna es el único lugar del mundo donde aún se hacen espejos de metal, una sola familia en todo el mundo mantiene esta delicada técnica en la que la mayoría de los espejos se rompen durante el proceso. Una sola minúscula tienda alverga esta tradición pasada de generacíon en generación. Salgo fotografiando el espejo.

Estos espejos se supone que no hacen reflejos, yo cuando me miro en ellos me imagino un mundo legano y olvidado, son espejos como los que podría haber en un mundo de magos y dragones. Espejos donde prodían residir fuerzas maléficas y malvadas
No puedo evitar comprarme uno, que sin duda terminará olvidado en la esquina de un cajón polvoriento.



Tras muchos baches pitidos y kilómetros llegamos a los Backwaters, pero para saber más de ello, tendréis que esperar un poco.

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