miércoles, 18 de febrero de 2009

Sabado 14 de Febrero - 4:30 a-m. - GOA

No es la parte de atrás de un flyer de la comercializada y descafeinada rave madrileña., es la hora a la que mi despertador sonaba para poder coger el tren a Goa(mira donde está en el mapa aquí).

Consigo salir arrasatrándome de la cama, me visto y cojo un taxi. En India no se suelen poner de acuerdo entre ellos, en el trabajo me habían dicho que el taxi tardaría unos 15 minutos, en el hotel 45 y el taxista 30. Acertó Santhos, tardamos 15 minutos. En el trayecto llamo a Jose, su cumple es el día 14 y como son las 12.30 de la noche en españa, le llamo para que no se me olvide. Después de hablar un rato mientras decía “que cumplas muchos más” se corta.

Esperaba encontrarme una estación desierta a las 5 de la mañana en la que casi no encontrar a quien preguntar cual es mi andén, el tren solo para 5 minutos y tengo que subirme según llegue. Para mi sorpresa la estación se parecía bastante a La Avd de América a las 9 de la mañana.

Pueden ser las 12 de la noche o las 5 de la mañana, siempre hay gente y gente en los trenes. En la pantalla los siguientes trenes que salen a esta hora.

Tras preguntar a tres personas con aspectos totalmente distintos me pongo a esperar el andén numero 5, como era de esperar en India, el tren llega tarde, pero llega. Una avalancha de gente cargada con todo tipo de bultos corre hacia los vagones sin asiento reservado, y es que estar de pie en un trayecto de 9 horas suena incómodo.
Yo afortunadamente tengo asiento, lo localizo y me quedo dormido al instante. La idea principal del viaje en tren es ver el paisaje del sur de Bombay hasta llegar a Goa.

La primera parte del trayecto es saliendo de la ciudad y de noche, así que no me pierdo nada mientras duermo, la música pop india que han puesto a todo volumen no me molesta en absoluto, mi capacidad de dormir en cualquier sitio me sigue sorprendiendo, porque de verdad que la música estaba alta.

Tres horas después me despierto sobresaltado viendo que ya hay luz.

No hay restos de Bombay, ya queda lejos, estoy en una zona totalmete agrícola, aprovecho para hacer unas fotos por la ventana. El paisaje me encanta, sin duda el viaje ya ha merecido la pena. Tenía razón ese escritor que dijo que en un viaje lo importante no era llegar.

Durante el viaje empiezo a leer “El vagón de las mujeres” (más info del libro), de una joven escritora India, llama Anita Nair. El libro trata sobre un largo viaje en el que 6 mujeres se encuentran en el tren y van contando sus vidas y debaten sobre el papel de la mujer en la familia, que tradicionalmente es cuidar al marido. Anteriormente puse una foto del cartel de “Ladies Only” que todavía existen.
Me las imagino perfectamente en el traqueteo del tren, preguntándose entre ellas y conociéndose unas a otras. Combino el libro con las fotos que hago por la ventana hasta,que me traen una tortilla picante de desayuno.
El viaje se me hace muy corto.

Fuente en la estación de Goa. Me quedé en la foto.


Llego a mi destino, cojo un taxi de prepago y Tomás Fernandes, mi taxista, me lleva a mi hotel. Panjim Inn. Una casa colonial portuguesa de más de 200 años en la que hasta la cama donde dormía era de la época, me parecía el sitio perfecto para quedarme ya que Goa fue colonia portuguesa desde 1510, cuando el imperio Vijayanagar reinaba, hasta el siglo XVIII cuando llegaron los ingleses.

Además de los ingleses, los portugueses y los Vijayanagar, Goa tuvo un periodo de influencia musulmana anterior. Por lo que veo luego, parece que la época Portuguesa es la que más ha influenciado la sociedad. Para un europeo lo mas sorprendente de todo sin duda es la influencia religiosa cristiana. Goa está totalmente plagado de iglesias. San Francisco de Asís estuvo en Goa 10 años en los que evangelizó a la población autóctona de las bondades del cristianismo. Y yo me imagino, haceos a la idea. Allá por el 1600 cuando lo único que has visto en tu vida han sido 4 pueblos de tu país, tu te vas a enseñar tu fé a los infieles de otros mundos lejanos, llegas allí y, ¿Qué haces? Hola, soy san Francico de Asís, vengo a deciros que todo lo que habéis estado pensando tanto vosotros como vuestros padres y vuestros abuelos, es erróneo.
La cara de flipe que tenía que tener Sanfran al ver a los Indios con sus vestimentas y sus costumbres tenía que ser parecida a la de los indios cuando les hablaba de la santísima trinidad, me puedo imaginar a los Monty Pyton haciendo una película de todo esto.

Razón suficiente para visitar Goa. Tumba de San Francisco de Asís. No está todo, parece ser que el cuerpo lo saquearon para robar reliquias, por ejemplo no está el omoplato. ¿no es más tipico coger un dedo o un diente?

"Sanfran" encontró problemas en su ardua labor de expandir nuestra religión en territorio revelde, supongo que no esperaba menos. El hinduismo y el cristianismo no tienen mucho en común por lo que yo he visto. Al ver que los pueblos ocultaban sus ídolos y los adoraban a escondidas "Sanfran" decidió recomendar que se formase una inquisición. Si se hacía en Europa, porque no en Goa. Así empezó la persecución de los “hindúes furtivos”, furtivos que ejecutaban anualmente, esto no creo que a los hindúes les aclarase las ideas del cristianismo mucho, ya que se saltaban el quinto mandamiento.

Las técnicas debieron funcionar muy bien, aún ahora el porcentaje de cristianos en Goa es enorme, el más alto de la india, y hay mucha gente como Tomás Fernandez , que está encantado con su religión y piensa que los cristianos hicieron grandes cosas por su pueblo.

Para los que estudiasteis en Jesuitas os recordaré que san Ignacio de Loyola fue el fundador de los jesuitas y fue el mayor pupilo de "Sanfran".


Abandonando estas anécdotas históricas me dirijo hacia North-Goa. En el camino visito una fotaleza Portuguesa, Fort Aguada. En North-Goa es donde están las famosas playas. Empiezo desde el punto más al norte de mi visita. Vatagor. Aquí hay otra fortaleza parecida d Fort Aguada.

Fort Aguada y el viejo faro. La piedra de todas las construcciones de Goa es rojiza y granulada, es el material que había en la zona.


La playa es agradable, no mucha gente y no muchos hoteles. Doy un paseo y me encuentro un kiter (dícese del que hace kitesurf, como yo), parece alemán, tendrá 60 años, vende cometas, se pasa allí el día, hoy no ha hecho buen viento, pero la semana pasada tenía 25 nudos… tuvo unas buenas sesiones. Típica conversación de kiters. Me quedo con las ganas ya que se que no merece la pena tirarme un día entero allí esperando al viento, aunque, claro, me da envidia.

La puesta de sol es bonita sin llegar a ser espectacular ni mucho menos.


Una planta exótica antes de pasear por Vagator mietras caía el sol.

El día siguiente empieza con el último repaso a la guía. Decido lo que quiero ver en Panjim y salgo a la calle con mi cámara. Entro en todos los callejones, leo todos los carteles. Hospitales, caramelos, ropa, posadas, alquiler de motos, más médicos, taller, restaurantes, bares, tiendas, mil cosas.

¡El hombre sabio aún le sigue! Panjin está plagado de referencias religiosas, tanto cristianas como hindúes.

Cualquier sitio es bueno para poner fotos sobre Jesús.

Tienda atiborrada.

Me dirijo hacia el templo de Hanuman. Hanuman es un dios muy poderoso que está representado en forma de mono. El templo es naranja y blanco y se encuentra en lo alto de una colina desde que se ve todo Panjin, no llego a ver el mar desde aquí.

Me encuentro un hombre lavando ropa camino al templo.

El templo está vació, deambulo por las salas y escaleras hasta llegara a la habitación principal, allí un moje vestido de rojo como un plátano. Me pregunto si esto será por estar en el templo del mono.
El tío parece no tener mucho que hacer, así que me pongo a charlar con él. Me responde a las preguntas con una tranquilad extrema y atravesándome con la mirada. Lleva sólo 5 meses allí orando, y no tiene muy claro cuanto tiemp se quedará, “quizá para siempre”. Me cuenta el porque del templo, y de Hanuman, me explica las pinturas del templo y responde pacientemente a mis preguntas. Me explica las cosas que tiene en la bandeja y me da a probar agua sagrada de una jarra (la de la foto). Me gustaría ver como sabe, pero como yo no creo mucho en Hanuman, no quiero beber bacterias para mi estómago. En un momento termino con un poco en la mano, me insiste en que la beba, pongo un poco en la punta de la lengua y dejo que el resto caiga. No sabe a nada.

En los templos de Hanuman los monjes pueden ir vestidos de rojo, en el resto van de blanco siempre. Cuando le pregunté: "¿tú que haces aquí?" él me respondió: "Orar".

Me reconforta la conversación, salgo del templo, me vuelvo a poner las chanclas y me dirijo a buscar un taxi para ir a una plantación de especias que hay cerca.

En una agencia de viajes contrato un moto-taxi muy majo que me enseña unos templos hindúes por el camino y me cuenta un montón de cosas de la vida en Goa y de la religión. Es socio de la agencia es Hinduista y su jefe Cristiano. Ha trabajado 19 años como guía turístico, no deja de encontrarse a gente en cada sitio que paramos.

Celebran un festival en un templo de Parvhati, la mujer de Shiva. Suben al ídolo en ese carro-globo y lo dan una vuelta por el templo. Después lo bajan a una barca en un lago cercano y lo siguen paseando.

Canastos con flores para ofrecer a sus dioses.

Cuchillo con el que se arreglaban para decorar el festival.

La plantación de especias me ha resultado interesantísima. Tamarindo, comino, vainilla, piri piri, pimientas, cardamomo... Mil plantas con mil olores que no podré volver a identificar tan fácilmente. Un guía bastante gracioso nos ha enseñado durante casi una hora una pequeña zona de la plantación, nos dice que es gigante y que trabajan 150 personas. Dos tercios de lo que sacan va para el dueño y el otro tercio para las familias. Le gusta la vida aquí.


Comida en la plantación de especias, todo estaba especialmente aromatizado, especialmente el arroz de tamarindo del medio. En india como plato de usar y tirar se usa mucho la hoja de plátano. Es una alternativa al plátano. Aquí para que los visitantes se sientan mejor, ponen la hoja de plátano en una cesta.

La entrada a la plantación de especias pasaba era un puente atravesando este lago en el fondo de un pequeño valle. Dos búfalos de agua se bañan totalmente ajenos a los turistas viendo tamarindos y cardamomos.

Termina mi visita. Vemos unas iglesias de camino y me quedo a cenar en la playa de Canlungate, centro de la actividad turística de Goa. Aquí hay mas de 4000 restaurantes cientos de tiendas, bares y hoteles.
Después de cenar en un restaurante tibetano (donde un botellín de cerveza me ha costado 30 rupias, ¡menos de 50 céntimos!) me doy un paseo tranquilo por la playa de Calungate buscando un bar para tomar algo. Al cavo de un rato, la música de bob marley me llama desde uno de los bares que hay en la arena. Me siento en una de las sillas de mimbre y me dedico a ver a la gente pasar. El camarero se sienta a mi lado y charlamos, tiene 24 años novia de 17 y llevan 5 años saliendo.
Le pregunto por su religión y rebusca bajo la camiseta para enseñarme una cruz con Jesucristo. Originalmente era hindú, pero me dijo "I like very much Jesus God", así que se psedotranformó, porque sigue siendo hidú tambien. Su familia y su novia lo llevan bien, les da igual. Me cuenta que la religión da igual que todos tenemos un mismo dios. "God is only one", da igual como lo llamemos, alá, dios, shiva, solo hay un dios. De fondo suena "I shoot the sherif" acompañando el momento.
Poco después suena Bob Dylan, me pregunto si la noche va de Bobs y el siguiente será Bob Synclair con "World, hold on". No pega nada con lo anterior pero me gusta la idea. ¡Mundo! aguanta, espérate un poco… que prisa hay.

Al fin y al cavo es lo que la gente viene a hacer a Goa, ¿no?





Lunes 16 de Febrero - 4:30 a-m. - GOA

Suena el despertador, tengo que volver a Bombay a tiempo para trabajar.

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